LA AGONIA DE UN REY:
Ya hace mucho tiempo de esto, algunas personas ya se
olvidaron de tal suceso, pero yo siempre sigo analizando y recordando esta
historia y hoy espero hacerla llegar a ustedes de la misma forma, que esta
mente la recuerda…
En el reino de aquel joven rey, todo era paz y
tranquilidad, la gente no tenia realmente porque quejarse, la abundancia era lo
que caracterizaba a dicho reino, ¡haa! Que bellos paisajes uno podía disfrutar,
la llanura era increíble, el colorido arco iris combinaba con la flora de
aquellos patios reales, la misma paz se podía respirar, a pesar de toda esta
belleza y riquezas el joven rey tenia una necesidad que no podía saciar, la cual era pues llegar a ser diferente o especial, él casi siempre soñaba con tener una inteligencia
divina, fuera de lo normal, quería ¡ser
un sabio!, pero solo en sueños él podía sentirse de esta manera, y no era
porque él no fuera capaz, si no porque realmente no había nadie que le enseñara
algo más, un día como cualquier otro, yo un simple sirviente, vi muy
desalentado a aquel joven rey, pensé que seria bueno hacer algo por él, así que
no lo dude más y le dije, ¡Joven rey! ¡joven rey! Él caminaba desorientado,
distraído, corrí hasta donde mi señor estaba, y le dije se que es lo que quiere
y se donde lo puede conseguir; aquella mirada fue ¡sorprendente! fue
¡penetrante! De sus labios salieron las palabras ¡llévame! Aquel joven rey me
puso la mano sobre el hombro y hablando en voz muy baja, me decía, ¿crees tu,
que es posible eso? Yo la verdad no supe contestarle, tan solo le dije, usted
tiene que comprobarlo..
Luego de unos días caminando, llegamos a aquella
misteriosa choza, era una de esas clásicas casitas de madera con techo de paja;
Alejadas de toda bulla del reino,
donde lo necesario era lo que predominaba, un riachuelo cerca de aquella vieja
choza, algunos árboles con frutos y una roca plana grande, parecía aquellas
piedras como para hacer rituales, ese era el paisaje perfecto para una persona
ermitaña, el joven rey, frunció el ceño, diciéndome es aquí donde voy a
conseguir lo que busco y anhelo tanto, ¡sirviente! Dirigiéndose a mi con un
tono recio de voz, ¡si! Es aquí mi rey, toque la puerta un par de veces, y para nuestro asombro del riachuelo
salio alguien ¡huaaa! Respirando excitadamente, a quien buscan dijo el anciano
de pelo largo, se acerco a nosotros estilando aún, yo me puse de tras del
joven, el rey puso su mano en la espada y dijo yo soy el rey Sheikh Khalifa Bin
Zayed Al Nahyan, y te ordeno a ti anciano amigo que te inclines ante mi, el
anciano ermitaño, empapado de sabiduría y no de agua dijo, yo no venero a
ningún rey, porque ningún rey me venera a mi, tanto el joven rey y yo nos
tranquilizamos, veíamos que aquel
viejo era incapaz de hacernos algún daño, el ermitaño se volteo un tanto
indiferente y nos dijo, a que han venido, a que alguien como yo se incline a un
joven y lo venere, ¡no lo creo! Dijo con tono sarcástico; Mi rey vino hasta su
retirada choza por un motivo muy importante, usted necesita enseñarle a ser
¡sabio! Dijo aquel desesperado sirviente, ¡ja ja ja ja! Se reía sin parar el
ermitaño, que hasta el momento de sabio no tenia absolutamente nada, el joven
rey dijo, señor si usted me ayuda con mi deseo, le juro que hare un buen uso de
este ¡don! Aquel viejo logro ver directo al corazón del joven y le dijo,
enseñarte a ser ¿sabio? Eso con lleva a tener muchos retos y hasta puede que
pierdas tu vida, ¿estas de acuerdo con esto? Aquel temeroso joven, no lo pensó
mucho y dejando a un lado esa jactancia al orgullo, dijo entiendo y acepto…
Aceptando a olvidarse
(primeras enseñanzas):
Luego de unas semanas, el ermitaño había empezado
con las enseñanzas, del joven rey, aquel muchacho obedecía ciegamente con tal de conseguir su sueño y prestaba
mucha atención a lo que el ermitaño le platicaba, yo el “sirviente” camine
junto a ellos pero dejándoles distancia, para no interrumpir tales enseñanzas;
el ermitaño decía, joven rey, que es para ti la ¡vida!, aquel joven contesto,
bueno la vida, es lo sagrado que los Dioses nos han dado para vivir, para
aferrarnos a sus leyes y adorarlos, eso es la vida; Aquel ermitaño suspiraba
¡haaa!, tomo una piedra se la mostró y le dijo, joven rey ve a traer esta
piedra que voy a lanzar con todas mis fuerzas, y ¡la lanzo! Con gran
fuerza que la piedra llego hasta el otro lado de la colina, aquel muchacho no comprendió
el porque de esto y algo enojado fue corriendo tras la piedra, él no estaba
acostumbrado a seguir reglas, a dejar que lo mandaran, pero en fin, corrió y corrió
tras la famosa piedra, esta había caído en un lugar donde habían muchas rocas y piedras sueltas, por lo
que paso más de un día en buscar la correcta; Al final logro encontrar una o lo
que él pensaba era la mas parecida, regreso con el ermitaño, emocionado le dijo, aquí esta su piedra,
me costo un montón pero lo logre, quiero ¡ver! dijo aquel viejo, tomo la
piedra, la evalúo y le dijo, en efecto esta es la piedra, volteándose y
arrojándola al riachuelo sin ninguna importancia, seguiremos mañana dijo el
ermitaño, ¡que! Dijo el joven rey, solo eso, ósea me pase más de un día en
buscar su piedra y luego solo me gano un ¡gracias!, que clase de enseñanza es
eso; ¡haaaa! Bostezo el ermitaño, siéntate mi joven rey, siéntate, aquel joven
disgustado se dejo caer de sentón esperando que la respuesta que le diera aquel
anciano llenara sus expectativas, lo que aprendiste fue lo siguiente, pero como
aún no tienes la iluminación necesaria no lo entiendes, pero creo que es mi
deber explicarte, primero la vida es como esa piedra que te mostré, es tan común
como otras, pero con algunas características que la hacen única entre varias,
cuando la arroje con fuerza no sabia en donde iba a caer, y es de esta forma en
la cual muchos van en la vida sin saber a donde van, luego la piedra cayo en un
lugar donde habían más como ella, pero tu mi querido rey pudiste diferenciarla
de entre muchas, pudiste darte cuenta que esa piedra tenia algo que tu querías,
y eso mi joven rey se llama lucidez, es darse cuenta que nuestra vida tiene
algo que nos interesa, tiene una peculiaridad inédita, algo que muchos buscan y solo algunos logran
encontrar, eso aprendiste, ¡eso!, aquel joven se quedo mudo, no podía decir
nada, tan solo se levanto y dijo, para entender esto tengo que volver a nacer
de nuevo y ser una persona diferente a lo que yo soy, aquel anciano le dijo,
pero recuerda que no estas solo yo voy a darte una que otra lección desde allá
arriba, voy a ir a la montaña y desde allí estaré observándote o talvez también
pueda visitarte en uno que otro sueño, este es solo el principio de tu camino
como un buen rey, recuerda que tu no podrás encontrar a la sabiduría, ella te
va a encontrar a ti, pero cuando tu estés preparado.
PENSAMIENTO:
A cada día a cada hora a
cada minuto de tu vida, empapémonos de sabiduría y que no te seque la
ignorancia por muy simple que sea la enseñanza.
-Paulo Roldan