lunes, 26 de agosto de 2013

LA AGONIA DE UN REY


LA AGONIA DE UN REY:
Ya hace mucho tiempo de esto, algunas personas ya se olvidaron de tal suceso, pero yo siempre sigo analizando y recordando esta historia y hoy espero hacerla llegar a ustedes de la misma forma, que esta mente la recuerda…
En el reino de aquel joven rey, todo era paz y tranquilidad, la gente no tenia realmente porque quejarse, la abundancia era lo que caracterizaba a dicho reino, ¡haa! Que bellos paisajes uno podía disfrutar, la llanura era increíble, el colorido arco iris combinaba con la flora de aquellos patios reales, la misma paz se podía respirar, a pesar de toda esta belleza y riquezas el joven rey tenia una necesidad que no podía saciar, la cual era pues llegar a ser diferente o especial, él casi siempre soñaba con tener una  inteligencia divina, fuera de lo normal, quería ¡ser un sabio!, pero solo en sueños él podía sentirse de esta manera, y no era porque él no fuera capaz, si no porque realmente no había nadie que le enseñara algo más, un día como cualquier otro, yo un simple sirviente, vi muy desalentado a aquel joven rey, pensé que seria bueno hacer algo por él, así que no lo dude más y le dije, ¡Joven rey! ¡joven rey! Él caminaba desorientado, distraído, corrí hasta donde mi señor estaba, y le dije se que es lo que quiere y se donde lo puede conseguir; aquella mirada fue ¡sorprendente! fue ¡penetrante! De sus labios salieron las palabras ¡llévame! Aquel joven rey me puso la mano sobre el hombro y hablando en voz muy baja, me decía, ¿crees tu, que es posible eso? Yo la verdad no supe contestarle, tan solo le dije, usted tiene que comprobarlo..
Luego de unos días caminando, llegamos a aquella misteriosa choza, era una de esas clásicas casitas de madera con techo de paja; Alejadas de toda  bulla del reino, donde lo necesario era lo que predominaba, un riachuelo cerca de aquella vieja choza, algunos árboles con frutos y una roca plana grande, parecía aquellas piedras como para hacer rituales, ese era el paisaje perfecto para una persona ermitaña, el joven rey, frunció el ceño, diciéndome es aquí donde voy a conseguir lo que busco y anhelo tanto, ¡sirviente! Dirigiéndose a mi con un tono recio de voz, ¡si! Es aquí mi rey, toque la puerta un par de veces, y  para nuestro asombro del riachuelo salio alguien ¡huaaa! Respirando excitadamente, a quien buscan dijo el anciano de pelo largo, se acerco a nosotros estilando aún, yo me puse de tras del joven, el rey puso su mano en la espada y dijo yo soy el rey Sheikh Khalifa Bin Zayed Al Nahyan, y te ordeno a ti anciano amigo que te inclines ante mi, el anciano ermitaño, empapado de sabiduría y no de agua dijo, yo no venero a ningún rey, porque ningún rey me venera a mi, tanto el joven rey y yo nos tranquilizamos,  veíamos que aquel viejo era incapaz de hacernos algún daño, el ermitaño se volteo un tanto indiferente y nos dijo, a que han venido, a que alguien como yo se incline a un joven y lo venere, ¡no lo creo! Dijo con tono sarcástico; Mi rey vino hasta su retirada choza por un motivo muy importante, usted necesita enseñarle a ser ¡sabio! Dijo aquel desesperado sirviente, ¡ja ja ja ja! Se reía sin parar el ermitaño, que hasta el momento de sabio no tenia absolutamente nada, el joven rey dijo, señor si usted me ayuda con mi deseo, le juro que hare un buen uso de este ¡don! Aquel viejo logro ver directo al corazón del joven y le dijo, enseñarte a ser ¿sabio? Eso con lleva a tener muchos retos y hasta puede que pierdas tu vida, ¿estas de acuerdo con esto? Aquel temeroso joven, no lo pensó mucho y dejando a un lado esa jactancia al orgullo, dijo entiendo y acepto…
Aceptando a olvidarse (primeras enseñanzas):
Luego de unas semanas, el ermitaño había empezado con las enseñanzas, del joven rey, aquel muchacho  obedecía ciegamente con tal de conseguir su sueño y prestaba mucha atención a lo que el ermitaño le platicaba, yo el “sirviente” camine junto a ellos pero dejándoles distancia, para no interrumpir tales enseñanzas; el ermitaño decía, joven rey, que es para ti la ¡vida!, aquel joven contesto, bueno la vida, es lo sagrado que los Dioses nos han dado para vivir, para aferrarnos a sus leyes y adorarlos, eso es la vida; Aquel ermitaño suspiraba ¡haaa!, tomo una piedra se la mostró y le dijo, joven rey ve a traer esta piedra que voy a lanzar con todas mis fuerzas, y ¡la lanzo! Con gran fuerza que la piedra llego hasta el otro lado de la colina, aquel muchacho no comprendió el porque de esto y algo enojado fue corriendo tras la piedra, él no estaba acostumbrado a seguir reglas, a dejar que lo mandaran, pero en fin, corrió y corrió tras la famosa piedra, esta había caído en un lugar donde habían muchas rocas y piedras sueltas, por lo que paso más de un día en buscar la correcta; Al final logro encontrar una o lo que él pensaba era la mas parecida, regreso con el ermitaño, emocionado le dijo, aquí esta su piedra, me costo un montón pero lo logre, quiero ¡ver! dijo aquel viejo, tomo la piedra, la evalúo y le dijo, en efecto esta es la piedra, volteándose y arrojándola al riachuelo sin ninguna importancia, seguiremos mañana dijo el ermitaño, ¡que! Dijo el joven rey, solo eso, ósea me pase más de un día en buscar su piedra y luego solo me gano un ¡gracias!, que clase de enseñanza es eso; ¡haaaa! Bostezo el ermitaño, siéntate mi joven rey, siéntate, aquel joven disgustado se dejo caer de sentón esperando que la respuesta que le diera aquel anciano llenara sus expectativas, lo que aprendiste fue lo siguiente, pero como aún no tienes la iluminación necesaria no lo entiendes, pero creo que es mi deber explicarte, primero la vida es como esa piedra que te mostré, es tan común como otras, pero con algunas características que la hacen única entre varias, cuando la arroje con fuerza no sabia en donde iba a caer, y es de esta forma en la cual muchos van en la vida sin saber a donde van, luego la piedra cayo en un lugar donde habían más como ella, pero tu mi querido rey pudiste diferenciarla de entre muchas, pudiste darte cuenta que esa piedra tenia algo que tu querías, y eso mi joven rey se llama lucidez, es darse cuenta que nuestra vida tiene algo que nos interesa, tiene una peculiaridad inédita, algo que  muchos buscan y solo algunos logran encontrar, eso aprendiste, ¡eso!, aquel joven se quedo mudo, no podía decir nada, tan solo se levanto y dijo, para entender esto tengo que volver a nacer de nuevo y ser una persona diferente a lo que yo soy, aquel anciano le dijo, pero recuerda que no estas solo yo voy a darte una que otra lección desde allá arriba, voy a ir a la montaña y desde allí estaré observándote o talvez también pueda visitarte en uno que otro sueño, este es solo el principio de tu camino como un buen rey, recuerda que tu no podrás encontrar a la sabiduría, ella te va a encontrar a ti, pero cuando tu estés preparado.
PENSAMIENTO:
A cada día a cada hora a cada minuto de tu vida, empapémonos de sabiduría y que no te seque la ignorancia por muy simple que sea la enseñanza.

                                                                                                                           -Paulo Roldan   
 

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