LA LUZ OCULTA:
Albañil era mi
profesión, antes de encontrar este valioso tesoro, con mis amadas herramientas
nunca pusimos un pretexto para hacer algún trabajito y en una de tantas chambas
me toco que ir a la “Antigua Guatemala”, tenia como 18 años cuando me paso
esto, me encontraba pasando penas de dinero, que raro pasar penas de dinero en
mi Guatemala, bueno jale mi caja y listo y presto desde la mañana me puse a
caminar por la zona 9 y 10 en busca de algunas construcciones y pues ver, si de
repente me contrataban, yo no soy ningún mañoso me decía, si me dicen hace esto
o lo otro lo voy hacer, con tal de ganarme alguito para la comida, bueno al fin
de tantas, llegue a una pequeña construcción y el rotulo decía “s..e..
co…n…tr…a..tan
alb…a..ñi…le…s” apuras
penas lo leí, pero igual entre a preguntarle al encargado, el dueño de esa casa
parece ser un gringo y pues yo muy educado le dije buenos días; Mister, soy
Miguel y pues me gustaría, el Mister no dejo que terminara la frase, y me dice,
inmediato “ok” estas dentro, ve con el maestro de obras y le pedís
herramientas; Yo traje las mías dije con tono de orgullo, el Mister me dijo, el
trabajo no es aquí, es en la antigua Guatemala, dentro de quince minutos nos
vamos, mirándome como si yo no iba a aceptarle el trabajo, dentro de mi, sabia
que no podía rechazar el trabajo, así que le dije “vonos pues” al cabo de una
hora ya me encaminaba a la famosa Antigua Guatemala, iba en la palangana del
pick-up, escuchando los comentarios de los demás, que decían, dicen que el pago
es bueno, otros decían que el trabajo era fácil, al final nadie tenia una idea
certera de que es lo que se tenia que hacer, al final de un par de horas llegamos al famoso lugar, el
Mister nos dijo que tomaros nuestras palas y azadones y que lo que había que
hacer era excavar en una zona que él estipulo, trabajamos por muchas horas,
muchos de los que iban conmigo empezaron a hacer conversación, es cansado el
trabajo verdad, decían, otros me decían “patojo” vos de donde sos, yo
honestamente solo quería terminar el trabajo y recibir mi paga, ya que me daba
algo de desconfianza el lugar y otra pues que estaba muy lejos de mi casa, nos
dio la noche en aquel lugar y el Mister nos indico que al siguiente día nos iba
a cancelar y que por la noche nos iba a explicar que realmente estábamos
buscando, el sol fue victima de aquella oscura noche, la luna se nos mostró
como diciendo es mi turno, yo sentado tras esa fogata escuchando las
instrucciones de aquel Gringo, la idea es buscar unas piedras preciosas, Mayas,
supongo, así estuvimos por unas semanas, la paga era de acuerdo con lo que
hacíamos nadie se quejaba y llego el momento ¡pues! Algo topo en mi pala, algo
como un cofre, no se, como explicarlo sonaba a algo cuando quería meter mi
pala, ¡hey! Mister, grite y bajo de inmediato, vimos y se sonrío, me dijo tenes
suerte “patojo” y me “zangoloteó
de hombros” sacaron lo que había y
en efecto era un cofre con piedras, el Gringo al ver que no eran las piedras
que a él le habían indicado, se puso colorado del enojo, patio los cofres
llenos de esas piedras negras, nos empujo a nosotros, nos grito, y se fue, al
cabo de unas horas, los demás se fueron, yo me quede solo, en aquel lugar,
pensando y analizando mi situación y al fallido tesoro, abrí la mochila y
guarde a como pude las piedras que cupieron en aquella vieja mochila, tenia la
paga que me habían dado en los días anteriores así que me dispuse a ir a un
lugar a dormir y a comer algo, mi carga era muy pesada ya que llevaba mis
herramientas y ahora mi mochila llena de piedras, camine por varias calles
buscando un hotel cómodo a mi presupuesto, la espalda me dolía tanto por cargar
tanto, llegue primero a una tienda,
compre algo de comer y el tendero me pregunto, “patojo” que llevas en tu
mochila yo le conté pues lo que llevaba y mi trágica historia de cómo llegue a
la Antigua Guatemala, al final no me cobro nada de lo que yo le había pedido yo
en cambio le deje un par de esas piedras, me despedí y seguí caminando, luego
de caminar una hora mas, llegue a una taberna una especie de cantina allí pregunte sobre un hotel
barato, y la señora muy amablemente me dijo donde yo podía ir, con la duda la
señora me hizo la misma pregunta con respecto a mi mochila, le dije lo mismo
que al señor de la tienda, ella me dio unas monedas apiadándose de mi situación
y yo pues le deje un par de piedras también, aclaro que la mochila ya iba casi
a la mitad, llegue al parque en
donde me senté un rato para descansar, unos ancianos se me acercaron y me
hablaron contándome un poco de sus problemas yo la verdad un tanto inquieto por
buscar el hotel este, que me recomendó la señora, tuve que interrumpirlos y
contarles lo que me había pasado, terminando todo en la pregunta que todos me
hacían, que llevas en esa mochila que se ve tan pesada, les termine regalando un par de piedras
más quedándome casi vacía y luego de caminar por allí llegue al tan esperado
lugar, hable con el encargado y me llevo a esa vieja habitación, donde me
pregunto, que, que llevaba yo, en esa vieja mochila, pues ya sin más que, volví
a explicarle y le mostré aquella piedra color negra, el encargado se sorprendió
al ver la piedra y me dijo, esta
es un oval de diamante negro, muy escaso, muchos la confunden con piedras volcánicas,
pero este mi amigo es un ejemplar espectacular, lo se, porque mi padre era
joyero y yo pues le ayude por mucho tiempo en ese oficio hasta que el murió, realmente
es usted muy afortunado mi amigo, espero que cuando se vuelva “rico” me visite,
yo sorprendido de todo aquello y pues que incluso había regalado más de esas
valiosas piedras, me quede fascinado y sorprendido de todo lo que hice por
llevar esas piedras sin siquiera saber su verdadero valor.
PENSAMIENTO:
Nuestra mochila pueden
ser todas esas penas, recuerdo, dolores, enfermedades, traiciones, las cuales
hacen de nuestro camino, más largo y más pesado de andar, pero al hablar con más
personas y escucharlas podemos ir desocupando nuestra mochila, sabiendo escuchar
y dejarnos aconsejar; Por otra parte nuestras penas, recuerdos, dolores, enfermedades
también pueden ser una piedra valiosa para alguien más siendo nosotros un
espejo de ejemplo para ayudar y talvez sin
que nosotros lo sepamos.
-Paulo Roldan.
2 comentarios:
Muy bonita historia..........y por experiencia he podido vivir el hecho de poder consolar a otras personas, y esto me ha hecho más feliz que cualquier otro regalo que podría haber dado, y alguien estando yo una vez muy triste me dijo que yo vería en mi, el cumplimiento de lo que dice 2 Corintios 1:3-5, y estando con alguien que estaba muy agradecida por lo que le había dicho, recordé las palabras de aquella persona, y lo que había leido de aquel texto biblico......pero siempre es importante mi querido Paulo recordar que la buena sabiduría viene de arriba, no de nosotros mismos....... :)
si fuera en el face te tiraria un LiKe bro, estas tus historias son cool ... segui adelante manito...
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