Un momento de chispa

Un momento de chispa

En aquel bello lugar llamado paraíso, suele ser un mundo muy parecido al nuestro en muchos aspectos, en ese bello lugar surgió una historia, que hoy yo vividor de sueños les voy a describir, tuve la oportunidad de ver a cabalidad como surge una chispa de algo especial, cabe explicar que esa química para crear existe pero no es muy común encontrarla, ya que tiene que ser con un ser muy especial, en ese mundo existía una variedad de aves, entre ellas estaba un buitre que aparenta ser un ave despreciable no por su forma si no por su naturaleza, cerca de él encontramos al águila que busca destacar y demostrar fortaleza y agilidad y por ultimo una simple palomita, pequeña simple y de gran sentimiento, siendo un observador de una realidad que puede llegar a ser ficción para mí era un lugar paradisíaco, vi al buitre cazando a gran velocidad algo que aduras penas sobrevivía, eran espirales en el aire lo que se veía en esa carrera a muerte que sostenían estos dos, pensé hoy va a cenar el amigo buitre sin duda, y cuando estaba a punto de derivar a su cena, el águila formaba una sombra que sobrepasaba a la del buitre por mucho y nadie lo percato de tan sigiloso vuelo, el buitre ya en el suelo con su víctima le dice con aquella voz suave y aguda,  serás mía y solo mía palomita, aquella ave a sabiendas que ella estaba en desventaja dijo, ¿has probado mi carne antes? ¿Cómo sabes que te gustare? ¿Eres en verdad lo que eres o crees que puedes tener todo lo que quieres?

Aquel carroñero pensó al verla directo a sus ojos, al verla y olerla, al verla y observar que es un manjar pero es única, no hay forma de tener otra, dudando de su manera de ser aquel buitre subió su mirada y fue muy tarde el águila con sus afiladas garras corto su cuello y cayó al suelo en segundos, la mirada fija hacia su víctima que no dudo en socorrerlo, a animarlo a seguir, lo ayudo a levantarse para que no muriera en ese lugar, el águila observando todo eso, bajo a ver si su víctima si ya había fallecido, aquella paloma lloraba no por la victima si no por la vida, el águila con su pico traspaso el pecho de la paloma sin pensarlo, deseaba lo mismo que el buitre pero con más fuerza, deseaba poseerla, quitarle el deseo, quería disfrutar comérsela despacio dársela rico, sabía que era una gran cena, al terminar el buitre agonizando le pregunto al águila ¿Por qué? Y aquel águila contesto, jamás le ibas a hacer daño, jamás ibas a maltratarla, ella lo sabía, y lo comprobó antes de morir, sabía que eras su presa, yo te digo, tú no morirás por esa herida, y ella era lo que necesitábamos eliminar.

Observando esta escena me dije, entre dos personas puede existir una barrera, de emociones de ideales, de preferencias, de experiencias, y así como el águila y el buitre  lograron encontrar una conexión después de matar a los prejuicios y debilidades crearon un chispa especial que solo ellos saben que tan única y especial es, solo ellos lo saben.

Paulo Roldan.    

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