EL IDILIO DE LA MARÍA:
Se llama María, la de muchos sueños la de
muchos admiradores la de muchas deudas, el cuerpo es de modelo la cara es de
actriz, la piel color moka, vivía en un no cómodo lugar al que ella llamaba
hogar, pero en su mente sabia que era temporal, pensaba en ser la actriz de una
novela épica, y que todo inicio cuesta pensaba, mientras daba clases de dibujo
a un grupo de niños sordomudos, las clases le dejaban mucha tranquilidad y poco
dinero esa es la realidad, le gustaba caminar decía, pero en verdad ahorraba
para la cena, con sus manos llenas de hojas para calificar aquellos tantos
burdos dibujos de sus infantes alumnos y una cartera un tanto pasada de moda, ¡retro!
decía ella, era simple, con una sola regla, primero ¡muerta que sencilla! llegando
a su departamento al filo de la tarde y pensando que hago? Que hago? Para
cambiar esta vida..
Pensando en voz alta cosa que hacia muy a
menudo en su clase, pero igual sus alumnos no la escuchaban, esta vez fue
diferente alguien la escucho y sin pensar esto paso..
Philipe (Frances)
Que les femmes
mignonnes, pourquoi? so lonely (Que
linda mujer, porque? Tan sola) María escucho pero no pensó que le hablaban
a ella, aquél apuesto tipo le vuelve a hablar, Mlle désolé (Disculpe señorita), Mlle désolé volvió a decirle, ¡haa! Dijo ella,
con una cara de asombro y desconcertada; primero por ver aquel galán francés y
otra por no entenderle nada, al voltear a ver al hombre este, se tropieza y
tira todos los dibujos de sus alumnos, dándose un golpazo contra el suelo, y
tirada en el suelo le dice al rubio aquel.. un simple ¡hola!, él con ganas de
entablar una conversación dice, Je ne parle pas espagnol (Yo no hablo español), mon nom est Philipe (Mi nombre es Philipe) et je suis de France (y soy de Francia) sin quitar la cara de asombro ella, encogiendo
los hombros dice, yo !más o menos! Aquellos dos se sonrieron por unos
minutos sin saber que se habian dicho, este fué el inicio del cambio que iba a
tener María para su vida, él la acompaño hasta su habitación y pues le dijo, cette
belle femme mes yeux, et même si elle dit que je ne peux pas vous sentir ont un
bon cœur (Que Linda mujer ven mis ojos, y
aunque no se que dice puedo sentir que tiene un lindo corazón) ella
derritiendose por el !acentazo ! Queda petrificada frente a él y solo
dice soy María un gustazo,
con una sonrisa casi exacta y recogiéndose el cabello de los hombros, cerro la
puerta de su apartamento, recostándose de tras de la puerta, pega un suspiro y
aprieta con sus manos su pecho arrugando todos esos dibujos, sin darse cuenta
que le cerro la puerta al Frances en su nariz, sin ni siquiera ver de donde él
venia o que quería…
Al otro día
siguió con su rutina de vida, pero pensando en aquel tipo, que inesperadamente
llego a su vida y que no sabia si lo volvería a ver, sin poderse sacar de la
mente aquel acento francés, aquella mirada, aquella melena salvaje, y esa
sonrisa tan inusual; paso comprando una rosa para adornar su escritorio…
¡Hola! saludando
a Pedro un patojo con tantos deseos de superarse no más que los sueños de
María, él con gran emoción le dice ¡Hola! María como estas, vas a llevar tu
rosa roja, la de ¡costumbre!, ella sin ponerle tanta atención le dice si Pedro
lo mismo ¡porfis! Rebuscando las monedas en su cartera. Aquel muchacho era muy
humilde pero de sentimientos lindos, siempre amable siempre con una sonrisa
siempre caballeroso, envuelve esa delicada rosa con papel celofán, y le dice
esta vez no me pagues María yo te la regalo, ella le hace una mueca de sonrisa,
le dice gracias que lindo eres, la recibió y siguió caminando aunque para ella
fue solo una flor para Pedro fue como entregarle su corazón. Por otra parte el
Frances se dedicaba a escribir, y caminaba por algunas calles tan solo para
buscar ideas nuevas, de echo ese fue el primer motivo por el cual Philipe viajo
a Guatemala, para lograr inspirarse, para lograr tener algo nuevo, algo que en
su Francia ya no encontraba, él se estaba hospedando en un apartamento no muy
lejos de donde ella vivía, y fue también una casualidad el que él la viera a
ella, pero era la oportunidad de encontrar lo que él había venido a buscar a estas tierras, ¡inspiración!
En aquella vieja
corniza de la casa donde se hospedaba Philipe, él escribía sobre todo de lo que
había visto y vivido en esos días.
Donnez-moi
un regard, me donner votre contact, et je vous donne mon bonheur (Dame una mirada, dame tus caricias, y te
doy mi felicidad) este
era un pensamiento sobre María, sobre aquella mujer que le fascinó y que él
quería poseer.
Decidido a todo
Philipe vuelve a la misma hora al mismo lugar, pero un par de días después,
quería saber más de ella, quería saber que hace una mujer tan linda acá en
Guatemala y a que se pudiera dedicar ella, de repente la buscaba también por un
interés algo como para escribir
una historia que le pudiera llevar a una nueva publicación en su amada Francia.
Bonjour (hola) se repetía a si mismo en aquella
entrada donde la había conocido,
recostando sus brazos sobre la puerta del departamento, veía la hora, se
sentaba se paraba al mismo tiempo que decía, parce qu'ils viennent? (Porque no viene ?) parce qu’ils viennent? (Porque no viene?) a unos cuantos metros de la entada, ella con la
mirada caída, buscando sus llaves, distraída como siempre, y recitando entre
los dientes saber ni que, escucha aquella voz, varonil y fuerte, aquella voz a
acompañada de ese acento inconfundible, ¡Bonjour Mademoiselle! (Hola señorita) ella levanto poco a
poco la mirada, viendo y deleitándose de aquel galán extranjero, dice apuñalándose
la voz ¡hola! Usted es el tipo de la ¡vez pasada! Verdad, mil disculpas por el ¡puertazo! Y gracias por ayudarme
cuando tontamente me tropecé, enserio yo quería darle las gracias,
interrumpiéndola él con las manos y los hombros contraídos dice las únicas palabras
en español que sabia, “noo le hablo españole, diciéndolo en cámara lenta” y
ella con los ojos bien abiertos, la mirada hacia arriba y haciendo un “piquito
con los labios” dice yo no hablo ¡francés! Riéndose sin control y con una
conexión tal los dos. Esta es la parte en la cual podemos pensar que el amor no
tiene un idioma no tiene fronteras y entra la curiosidad de cómo dos
desconocidos pueden llegar a vivir algo muy especial, sin compartir una misma
lengua pero sintiendo tanta atracción.
El tiempo es el
invitado invisible para este tipo de situaciones, luego de un par de meses la
vida de María y Philipe fue tomando un color interesante. Ella hacia dibujos para expresarle sus
ideas, él le decía todo en francés para que ella aprendiera, los besos las
caricias, la intimidad eran ya sobre entendidas por ambos.
Philipe era una
persona muy interesante pero también muy entregado a su trabajo, veía como las
cosas cambian cuando hay amor, como el hacer el amor cambia los pensares y
trasforma a una mujer y aun hombre, él se sentía incomodo al pensar en volver a
Francia, pero sabia que lo tenia que hacer ya que en ese lugar lo esperan
también. Que difícil es pensar que
la felicidad se le puede terminar en el momento menos esperado y el día menos
esperado. Un día lluvioso de Julio, él de su puño y letra esto le escribió a la
María…
De:
Philipe
Espero que sepas
y entiendas que dejo mi vida en estas letras, que te
amo más cada día
y que al fin te encontré, te vi y no dude, gracias por ser mi poesía mi
inspiración y mi maestra.
Y aunque no me guste
lo hago para que seas mejor sin mi y cumplas tus sueños, me duele más a mí
dejarte. Estas letras no van bien
juntas, pero te las tengo que escribir “a
dios” mon amour. (Mi amor)
Bon, il faut que
je m'en aille (Bueno, tengo que ir
lejos)
Au
revoir (chao).
Por la tarde
María llega un poco mas tarde de costumbre, al departamento, pero con noticias nuevas, pues había ido a
audicionar al teatro Nacional por el papel principal del “cisne negro”,
quedándose ella con el papel protagónico de dicha obra ya que ahora ella, parlait
parfaitement français (Habla
perfectamente el frances),
abre la puerta y siente algo raro pero no le presta atención, mon amour (Mi amor) replico varias veces, où êtes-vous? (Donde estas?) la carta fue la unica
que le pudo contestar ese día…
Después de un
tiempo haciendo la obra en el Teatro Nacional, siempre tuvo a alguien que le
llevaba una rosa, que la esperaba al salir de sus clases, y pues aquel vendedor
de Rosas, era ahora un buen administrador de varias floristerías, la fortuna
siempre llega tarde o temprano y aunque Pedro no era exactamente como aquel
galán francés, pudo llenarla de paz y la apoyo en esos momentos de soledad, en
todas esas noches de llanto y pudo encenderla de amor nuevamente y solo queda
decir, que pudo ser, el destino o el mismo Dios el que decidió juntarlos, pero
al amor no se le busca una explicación, solo hay que dejar que ¡pase!.
y con gran humor Pedro
le decía esto a María para conquistarla, ¡Hola! Soy Pedro y se que no tengo un
lindo acento y no vengo del otro lado del mundo, y se que con tacones eres más
alta que yo, pero quiero que sepas amor que yo no tengo por que viajar al otro
lado del mundo por buscar a una mujer tan bella como tú y que mi inspiración se
va a terminar el día que yo muera a tu lado, te amo mucho “Vos María”.
Paulo Roldan
1 comentario:
Que historia, y la verdad es esa, cuando el amor te llega no busca razones solamente debes dejarle entrar al corazón para que de esta manera logres vivirlo intensamente y apreciar el verdadero amor que Dios pone en tu camino sin darte cuenta CONGRATULATION :0)
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