miércoles, 9 de julio de 2014

!El Grito!



¡El grito!

Debajo de un día nublado y lluvioso camine hacia aquel parque que tenía una pequeña palmera, la sombra que daba en los días soleados era casi mínima pero igual servía para no mojarme tanto, metí las manos entre las bolsas de mi pantalón, de momento sentí que vibraba mi teléfono celular, vi que era un mensaje de texto, “hola” decía aquel mensajito, no tenía registrado ese número, <que raro me dije> lo ignore realmente ya que había frio y pues la lluvia no se calmaba, <pensé me voy a cruzar la calle> al brincar el charco frente a mí, tropecé ya que se me resbaló el pie de apoyo al brincar…
Obscuridad, luces titilantes, sonidos extraños, voces…

Una radio patrulla con la sirena a todo “pulmón”, yo en aquel lugar casi muerto, pero no venían por mí, me levante con la rapidez de un gato, y logre ver que un par de personas en lo que me estaba limpiando y sacudiendo, que estaban discutiendo y pues la policía venia directamente hacia ellos, camine a tomar el bus, sin prestarle atención a nada más que revisar mis pertenecías tocándome todo, saque un cigarrillo lo prendí y vuelvo a ver mi celular, otro mensaje, si, del mismo número, lo abrí, “si hubieses contestado el primer mensaje no te hubieras caído” abrí los ojos casi rompiendo mis orbitas de tal asombro, me tembló todo, conteste el mensaje “no fue posible enviar el mensaje” ¡joder! Me quede sin saldo, el bus se acercaba rápido, <que hago dije, voy a comprar saldo y me mojo otro poco, o me voy y no me quito la duda de quién me mando esos menajes> quiero una recarga ¡porfa! de a Q5, dije al tendero, respondí el mensaje de inmediato, “¿quién sos?” puse, luego de unos minutos, recibí otro mensaje cuando iba ya en el bus para mi casa, mi reacción fue rara esta vez, tuve miedo, me baje de ese bus en estado “zombi” me senté en la primera banqueta que vi, ¡vomite! Temblé de tanto miedo, ¡llore como un niño perdido! Las manos me temblaban a tal manera que la gente creo empezó a verme raro, el mensaje decía “soy tu otro yÓ, y desde que leíste este mensaje estas muerto”…

Al otro día, la noticia de la mañana era “el día de ayer de un golpe en el cráneo falleció un muchacho en un resbalón”…

El mensaje venia de una dimensión diferente, venia directamente de la persona que se tropezó y cayó al suelo, no siguió sus instintos de contestar el mensaje, la advertencia era clara, la mente frena el deseo del alma, hace que pierda fuerza, la mente somete al cuerpo y el alma se pierde en lo profundo de los pensamientos, las palabras son producidas por el cuerpo guiadas por la mente, los sentimientos hacen que el cuerpo sienta y no hable, hace que el cuerpo camine y no tropiece, con un nudo en la garganta hoy este personaje lo aprendió, seguramente en otra vida será él el que mande el mensaje y no el que lo reciba…

Pensamiento
Pensé morir cuando te alejabas de mí, luego grite para que me escucharas, y volteaste, nunca es tarde y siempre hay una opción en la vida para darnos cuenta que el espíritu nos grita nos habla de mil maneras que la mente aún no contempla.

Paulo Roldán.     

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