MIS ÚLTIMAS PALABRAS:
Como un día normal, todo parecía parte de una
rutina, vio la hora en su reloj de pulsera, marcaba las ocho empunto de la
mañana, se dirigía a realizar la misma actividad que hace todo los días, y
pensó hoy es lunes se ve que será un día lluvioso, que será un mal día tan solo
al ver el gris de una mañana, y en efecto desde que se levanto él se tropezó con
un juguete de uno de sus hijos, fue al baño y no había papel ¡higiénico! un día
que pintaba ser ¡malo! Desde un inicio, Paso por su mente varios pensamientos
que no lo dejaron ni dormir lo suficiente una noche antes y pues era otro
motivo para declarar por completo el inicio de un día ¡Gris!..
Pero ese mismo día el destino pudo conspirar en
contra de aquel irónico personaje, nunca imagino lo que ese día iba a
experimentar, luego de vivir una rutina todo el día, regresaba pensando en el
¡stress! en el ¡loop! Que él vivía (loop es hacer algo una vez y otra sin
parar) caminando de regreso a su casa, ve a una persona de re ojo logra medio distinguir
una sacola ¡negra!, este sujeto pasa a su par corriendo y sin pensar le tira
una ¡bolsa! él con cara de sorpresa y por pura reacción, agarra la bolsa, sin
saber su contenido, en ese preciso momento la bolsa se abre de por debajo y cae
algo entre sus pies perdiendo de vista al sujeto que se lo lanzo…
Ve una pieza brillante, encogiendo sus piernas se
inclina y toma aquel objeto nunca antes visto por un hombre, era una noche un
tanto obscura y pues él sorprendido primero por el misterioso tipo y otra por
la situación que vivió más el brillo del objeto que había recogido, no tenia ni
la más mínima idea de que había recogido y llevado consigo mismo, las
dimensiones del objeto era similar a la de una moneda de “Quetzal” (moneda con
valor de una unidad en Guatemala) justamente antes de entrar a su casa nota
algo extraño, algo como que ya había vivido ese ¡momento! Sintió raro, sintió
una sensación diferente dentro de él, cuando entro a su casa, ¡ve! Una nota
sobre el televisor, donde le explica su esposa en tres líneas que se ¡fue! Sin
creerlo toma asiento, ve las luces apagadas, revisa las habitaciones no hay ni
rastro de sus hijos y de ella, ve el teléfono celular de su esposa tirado en su
habitación; por su cabeza cientos de ideas y en su bolsillo un objeto que le
quema la pierna, se levanta de inmediato se sacude la ropa, el objeto parecía
tratar de llamar su atención, desconcertado por la nota, por su ¡familia! por
el tipo que vio y por el dichoso objeto que hasta ese preciso momento no le
había traído mas que pura desgracia, lo trata de patear y esta fue su ¡sorpresa!
al tocar el insólito objeto con su zapato ¡desplegó una luz inmensa! fuerte que
lo deja casi ciego por unos minutos, escucha una voz que le dice “recuerda lo que pensaste” de rodillas
en el suelo grita ¡que esta pasando! ¡Que!
Él era sumamente analítico y antes de caer en la decepción o en depresión, tomo
una bocanada de aire, y se dijo ¡lo voy
a componer! El objeto que había recogido debe tener la solución, pero ¿como?
Se preguntaba, al amanecer, descubrió que las cosas iban siendo diferente, lo
que pensaba, lo que sentía, lo vivía, lo materializaba, inconscientemente las
cosas cambiaban en su alrededor, caminaba y el color del piso se tornaba
diferente, el tiempo no caminaba cuando él veía el reloj, extrañaba mucho a su
familia el y su mundo había cambiando dramáticamente, todo era diferente, ¡todo!
Veía las cosas tan distintas, su mente era otra, entendió muchas cosas al
despertar su conciencia, ¡huaa! Decía, tengo que hacer algo para que en la
realidad de todos podamos comprender esto, y en eso pensó regresare al día en
que me levante ese día ¡gris! En donde yo creía que todo era igual que nada se
puede cambiar, y voy a cambiar, voy a ¡cambiar! Aunque implique perder mi vida
lo intentare, tomo aquel reluciente objeto, que le había ayudado a entender
todo, a saber que no hay, que no existe un día ¡gris! Y que cambiar es tan solo
cuestión de que ¡queramos! El amuleto brillo nuevamente y le dijo “tan solo una
oportunidad te doy, tan solo unos segundos, tan solo unas palabras” él sabia
que el objeto lo llevaría a ese día gris, así que debía de poner un mensaje
dentro del objeto, para que lo hiciera reaccionar a él en ese día y así cambiar
todo y él nunca perdería a su familia ni su rutina, pero, ¿que? Mensaje ¿que? Haría
que él en ese momento cambie y componga todo….
Tomo una sacola negra, se paro frente al objeto y el
objeto le grito corre, corre, corre, ¡sin parar! que yo te indicare cuando sea
el momento indicado, él veía todo pasar a su par, familiares, amigos, personas
que no conocía o que iba a conocer, días y noches, cuando de repente escucho ¡alto!
En la bolsa de su sacola había una bolsa y en la otra una moneda, pero no era
una moneda normal, tenia un mensaje grabado, el cual era solo para alguien en
especifico, de repente volteo a ver y se vio a él mismo caminando, no solo eso
vio, vio que cada persona tiene el poder de crear o disolver su propia
realidad, su propio mundo en ese preciso momento él quería darle la bolsa con
la moneda que tenia el mensaje, pero pensó y dijo ¡no! El amuleto o el objeto, paro todo, dejo de brillar y le dijo “se
te termino el tiempo” “ya no puedes darle ese mensaje para que cambies todos” y
estas fueron las palabras de él ¡no
importa! Ya que yo no necesito un mensaje para entender que yo soy el
creador de mi destino, yo soy el creador de mi propio mundo, de mi propia
realidad, de mis propias decisiones, apagándose la ¡luz! Por completo siendo
esas sus últimas palabras.
En ese preciso momento él venia caminando de su
rutina de su ¡stress! De su ¡loop! Y sintió una pequeña brisa, en su mejía,
levanto su mirada y vio aquella hermosa luna, su luz era blanca y clara, y pensó
que no hay día ¡gris! Por que la luz nunca muere solo se transforma, y que
hasta en la oscura noche siempre hay algo lindo que puede ser apreciado, llego
a su casa toco la puerta, le abren la puerta y ve una realidad diferente la
realidad de sus hijos y su esposa, y sintió algo raro algo así como un
sentimiento de felicidad.
PENSAMIENTO:
La vida material siempre nos hace correr tras algún
amuleto o un objeto brillante sin parar, muchas veces hasta nos indica que
hacer o que pensar, se hace de aliados, como la rutina para conspirar en contra
de nosotros, para hacernos creer que lo importante es lo que podamos ganar,
pero la conciencia es aquella que hace ver la única realidad en la que vivimos,
que nos dice, que NO seamos ¡esclavos! De lo material, de la rutina, que con pensar
y sentir podemos cambiar y materializar una realidad diferente, ¿Qué esperamos
para despertarla?
-Paulo
Roldan
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