Fue un 17 de abril de 1982 cuando
sentí el primer golpe en mi vida, desde que nací entendí que iba a vivir en un
mundo de ideas contrarias, nunca estuve de acuerdo con la afirmación “de vida”
que el doctor que me trajo al mundo uso, “un par de nalgadas” y afirmo ¡el niño está vivo! Al poco tiempo de vida
siendo el mediano de 3 hermanos comprendí muchas reglas cómo “no confundir
libertad con libertinaje” aprendí a ser competitivo más no intuitivo, luche por
lo que nadie apuesta en varias ocasiones;
Yo no lo llamaría errores si no experiencia para mi camino, ahora le doy
gracias a todas esas veces que mi hermano mayor trabajaba en la computadora
jugando a descifrar el idioma de ellas, me instruyo la vida más que mi papá,
supongo que él encontró un valor más alto en una mujer que en su propia
familia, vivir alejados de todos los familiares más cercanos fue un privilegio también
que no entendía en su momento; aprendí el valor del trabajo en equipo cuando
encontré la amistad “sincera” en muchos niños de mi barrio, crecí con valores
gracias a mamá maría, Yo sabía que mi mamá terrenal trabajaba duro y le pagaba
a la santísima virgen con buenas acciones y plegarias espontaneas para mí, “
virgen purísima” y ahora “que hiciste”. Logre superar mis estudios imaginando
que si me iba bien, mi mamá no se enojaría conmigo, ahondado a mi imaginación
logre cosechar muchas victorias en el área de informática y tutorías, a los 17
años di clases de computación a varias personas mayores a mí, instruyéndoles en
el área de uso de Windows y Microsoft office, convirtiéndome al poco tiempo de
graduarme como “Bachiller en ciencias y letras con especialidad en mecánica y
aviación” en el nuevo “maestro de computación” con más amigos que alumnos, en
mi carrera profesional conseguí un título de mecanógrafo y de programador de
computadoras, trabajando y estudiando, la universidad de San Carlos no funciono para
mí más que una gran distracción para experimentar mi juventud, la inteligencia
se notaba al alcanzar asensos en el trabajo, las palmas eran para el “tigre”
una definición de un jefe que realizo la figura de papá por muchos años, eran
tantos los consejos de vida que la ausencia de un padre no fue notoria, entendí
luego de muchos años que la responsabilidad jamás se va comparar con la crianza
y la comprensión que un padre amoroso suele dar, mi vida a los 20 años me dio
muchas lecciones importantes que ahora disfruto al compartir con mis hijos o
amigos como historias imaginarias, las mujeres como el hambre de crecer me
envolvieron en una irrealidad por varios años, irrealidad que desapareció al
mudarme a Quetzaltenango en un proyecto ambicioso de bienes y raíces, el cual
administre por varios años, convirtiéndome en todo un profesional de las
ventas, haciendo uso de cursos como “Dale Carnaje” que enseñaban talentosas
maneras de persuadir a los clientes, estando de administrador en “Tecni-ventas,
Quetzaltenango” aprendí a ejecutar y alcanzar mis metas y objetivos, a cargo de
varios vendedores y de varios proyectos al mismo tiempo, vendiendo el primer
mes una de las casas con valor plusvalía a precio de contado, ganando terreno y
confirmando los genes de ventas que mi abuelo de parte de mi papá nos heredó,
encontré el amor en la tierra, en ese lugar, casándome y empezando una nueva
vida con mi esposa y nuestra hija Dulce María.
La necesidad es un motor de mejoría continua en mi caso, conseguí la
Administración de “Control Súper 24”, una empresa de seguridad privada en donde
logre muchos objetivos, captación de nuevos clientes y ventas fueron unos de
estos, encontré una nueva oportunidad ya que el reto es mi pasión, y me
convertí en un analista de créditos para una O.N.G. “Finca Guatemala”, haciendo
lo mismo que me gustaba me logre convertir en “supervisor del área de occidente”,
dándome una lección increíble también, “el tiempo pasa, y yo solo, en muchos lugares
diferentes, por amor a la familia” pero ellos no lo sabían. Solo Dios sabe que
los desprecios de un padre terrenal me harían transformarme en un “papá con
amor ciego hacia mis hijos” porque ya estaba entre nosotros mi hijo Juan Pablo,
pase por muchas cosas para alcanzar esa maduración mental y espiritual, en esos
tiempos las calles y las deshoras de trabajo hacían conciencia en mí, “el
trabajo no tiene que esclavizarte”. Al cabo
de un tiempo volví a Guatemala, Villa nueva, a vivir con mi familia, pasamos
una experiencia difícil cuando “el lupus” dejó secuelas graves a mi esposa, y
también dándonos a nuestra “majito” María José, nuestra última hija y Dios nos
vuelve a sonreír diciendo “todo lo puedo en Cristo que me fortalece” dándome la
fuerza de seguir adelante con los achaques que la vida, y el lupus habían
dejado, llego una oportunidad de poner en práctica la informática, siendo
encargado del departamento de sistemas para una empresa importante en la zona 9,
a Dios gracias mi esposa fue dada de alta y cubierta por ”I.V.S.” invalidez,
vejez y sobrevivencia del “I.g.s.s.”, y ambos nos aferramos a un mismo plan de
vida, al poco tiempo la necesidad tocó de nuevo y con la gracias
de Dios me “convertí en amante” de las lenguas y aprendí a dominar el inglés
por mis propios medios, llegando a conseguir uno de los trabajos más
interesantes y en el cual he puesto todo mi esfuerzo para convertirme en un
excelente “representante del servicio al cliente”, aplicando todos mis
conocimientos técnicos y puedo decir que he reído, llorado en muchos momentos
pero no solo de tristeza, el reto me marco de nuevo y aprendí francés por un
año llegando a comprender tantas cosas lindas que posee esa cultura, ahora el
reto es el portugués en el cual espero ampliamente recibir ese conocimiento de
Dios y convertirnos en “poliglota”, también aprendí “ que cuando la vida te
echa tierra es por qué quiere que des frutos”
ahora soy lo que quise y lo que me falto me lo dan mis hijos y mi esposa
multiplicado al cien y para mí eso será la bendición más grande y el puesto más
importante en mi vida.
Paulo Roldán.